Descripción
Un poco de historia. Origen de las Frutas de Aragón Jaysso
Las actuales frutas de Aragón, que ya se conocían en Zaragoza como bombón de frutas, son creación de Julio Asín, de la confitería «La Española», en la calle Don Jaime I, al pie de la torre mudéjar de San Gil. Las patentó antes de la última Guerra Civil y las vendía en unos roscaderos, imitación de los que empleaban los hortelanos para traer sus frutas al mercado de Lanuza.
Asín fue el que hizo la tarta nupcial que se sirvió en la boda del rey Alfonso XIII y de Victoria Eugenia, su guapa y rubia novia inglesa. Las frutas de Aragón, que son frutas confitadas recubiertas de chocolate, se introdujeron y popularizaron de forma asombrosa.
En cuanto a los cestos dónde se presentan, imitan a las antiguas cestas que se empleaban en la recogida de la fruta, las cuales se exponían en los mercados al público repletas de fruta recién cogida.
Frutas de Aragón Jaysso, años de tradición
Industrias Jaysso es una empresa aragonesa reconocida por la elaboración de cacao, chocolate y productos de confitería, entre ellos las frutas de Aragón.
En su imagen corporativa y logotipo es altamente reconocido un niño baturro, una de las imágenes más tradicionales de la cultura aragonesa que se ha hecho famosa, junto a sus cajas, envoltorios de colores y dulces artesanales, y que con el paso del tiempo ha pasado a formar parte de la identidad aragonesa.
Aunque la gran mayoría lo desconoce, el origen de esta imagen del niño baturrico se remonta al de una fotografía real tomada hace 50 años en la capital aragonesa, tomada durante las Fiestas del Pilar. ¿Su protagonista? Nada más y nada menos que el propio administrador de Jaysso, José Luis Girón.
¿A qué no sabías que…?
Las frutas de Aragón Jaysso confitadas de chocolate surgieron por accidente. Sí, lo que lees.
Cuenta Rosa Girón, hermana menor de José Luis, y actualmente encargada del departamento de Calidad y Atención al Cliente de Jaysso, que su abuelo, fundador de la empresa, siempre les contaba que se trata que un pastelero -que utilizaba fruta confitada como adorno- derramó sin querer un perol de chocolate sobre ellas.
Al dejarlas secar comprobaron que el producto resultante podía funcionar, y así nacería lo que hoy conocemos como Frutas de Aragón, uno de los emblemas de la gastronomía de nuestra tierra dentro y fuera de nuestras fronteras.
Además de frutas de Aragón, en la fábrica preparan otros productos como trufas de whisky y de café, cerezas al licor, turrón, guirlaches, tabletas… eso sí, todos tienen un denominador común: el chocolate.
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